Industria Vitivinícola
Industria Vitivinícola
El vino es un producto regional, por lo cual sus características dependerán principalmente de la zona de cultivo y la uva elegida. En cambio, la calidad dependerá del cuidado de su producción: desde la uva hasta su embotellado, pasando por el mosto y la fermentación. Cada paso debe ser controlado por expertos y un laboratorio capaz de aportar resultados rápidos y confiables.
Para el control de calidad es indispensable realizar un análisis de los distintos componentes del mosto fermentado (como el azúcar y los ácidos orgánicos) y del vino. La desacidificación biológica (transformación del Ácido L-Málico en Ácido L-Láctico) se puede controlar a través de la determinación enzimática de dichos ácidos. Además, puede determinarse el contenido de Ácido D-Láctico, lo que apunta a detectar una condición de fermentación impura y modificaciones microbiológicas. El contenido de azúcar total es requerido para la clasificación de los vinos por su sabor (seco, semi seco, semi dulce y dulce) y para el cálculo del alcohol total. La determinación de la proporción de Glucosa / Fructosa se puede utilizar para el cálculo de la cantidad total de azúcares fermentables del mosto.
Un vino además de rico debe ser bueno: no debe contener componentes perjudiciales para la salud como son las toxinas naturales producidas por hongos (micotoxinas).